Ingredients
- 1 cabeza de lechuga (romana, iceberg o la de tu preferencia)
- Agua fría
- Vinagre blanco o bicarbonato de sodio (opcional, para desinfectar)
- Papel de cocina o toallas limpias
- Bolsa o recipiente hermético
Opcional (Para tus músculos antes de dormir):
- 1 yogur griego natural
- 1 puñado de frutos secos (nueces o almendras)
- 1 vaso de leche o bebida rica en proteína
- 1 cucharada de mantequilla de maní natural
Instructions
- Lava la lechuga:
Retira las hojas externas si están marchitas. Separa todas las hojas y sumérgelas en un bol grande con agua fría. Agrega un chorrito de vinagre blanco o una cucharadita de bicarbonato para desinfectar. Déjalas reposar 5 minutos. - Enjuaga bien:
Escurre y enjuaga las hojas bajo agua fría para eliminar restos de suciedad o productos. - Seca cuidadosamente:
Sécalas bien con un centrifugador de lechuga, papel de cocina o una toalla limpia. Asegúrate de que no queden gotas de agua, ya que la humedad acelera el deterioro. - Corta y guarda:
Corta la lechuga en trozos del tamaño deseado. Envuelve en papel de cocina seco y colócala dentro de una bolsa o recipiente hermético. Guarda en el refrigerador. Cambia el papel si se humedece. - Consume antes de dormir:
Para evitar la pérdida muscular mientras duermes, incluye una pequeña fuente de proteína de digestión lenta, como yogur griego, leche o frutos secos, junto a una cucharada de mantequilla de maní. Esto ayuda a mantener tus músculos nutridos toda la noche.
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